La Displasia Evolutiva de Cadera, o luxación congénita de la cadera es una de las patologías que lamentablemente se ve con frecuencia en la consulta ortopédica. Para minimizar su presencia es imperativo la participación tanto del obstetra, el neonatólogo, el pediatra y no tan solo del Ortopedista.
Las alteraciones abarcan desde la cadera luxada, subluxa, y alteraciones a nivel del acetábulo (displasia ) por ende la denominación de DEC.
En la primera infancia
En el primer año de vida constituye la reducción ortopédica en forma incruenta el tratamiento de elección para esa afección. Ello, basado en el hecho de que el acetábulo y la cabeza femoral conservan plenamente su capacidad de remodelación, lo cual incide favorablemente en los resultados que van a obtenerse, y por ello, con profunda justicia se dice que el futuro de la articulación depende en gran parte del pediatra y del diagnóstico precoz que se haga de la afección. En las caderas luxables o subluxas, diagnosticadas en el período neonatal, una recomendación podría ser observarla y controlarlas por medio de examen físico y ecografía semanal, por un período de tres semanas, tiempo en el que suelen estabilizarse. Si no se estabiliza la cadera, se indica ortesis dinámica de Pavlik, 23 horas al día por 6 semanas, realizando controles clínicos semanales, para evaluar el uso del arnés y ecográficamente, sin maniobras de estrés cada 2 semanas, se recomienda desde el primer momento del inicio del tratamiento referir al paciente a una unidad de medicina física y rehabilitación, con la finalidad de ingresarla al protocolo fisioterápico de pacientes con Displasia Evolutiva de la Cadera. Una vez lograda la estabilización de la cadera a las 6 semanas, el arnés se ira retirando progresivamente hasta solo dejarlo nocturno, hasta la normalización del acetábulo y la estabilidad de la cadera, generalmente hasta los seis meses de edad.
En las caderas luxadas reductibles se indica el arnés dinámico de Pavlik, con el mismo planteamiento anterior, por 6 semanas fecha en la cual la cadera debería estar reducida y estable, en caso de ser así el arnés de Pavlik debe mantenerse hasta la edad de 6 meses, evaluando la estabilidad ecográficamente con maniobras de estrés a partir de la sexta semana. En caso de apreciar a las 6 semanas inestabilidad de la cadera, deberá practicarse reducción cerrada la cual puede ir precedida de tracción cutánea al cenit por 21 días, indicándose artrografía para verificar la concentricidad y estabilidad de la cadera, evaluando los elementos que pudieran estar impidiendo la reducción. Se realizara tenotomía de aductores si los mismos están retraídos e impiden la reducción y estabilidad de la cadera. Se inmoviliza con una espica de yeso por 6 semanas (90º-100º de flexión, 50º-60º de abducción y 10º-20º de rotación interna), siempre tomando en consideración la zona de seguridad de Ramsey. A la sexta semana se retira la espica preferiblemente en quirófano explorando la estabilidad obtenida, y colocando una segunda espica de yeso por 6 semanas más. Una vez finalizado el periodo bajo espica de yeso se verifica la estabilidad y normalización del acetábulo con estudio ecográfico o radiológico, dependiendo de la edad del paciente. Se mantendrá la cadera en arnés de Pavlik hasta los seis meses de edad, indicando después de los 6 meses férula abductora tipo Jordán con 45º de abducción articulada o no en cadera, para facilitar los movimientos de flexión, debiendo cumplir programa de rehabilitación constantemente. Este aparato se mantendrá por un período de 12 a 18 meses, manteniéndose de 18 a 23 horas al día, hasta que el niño inicie la marcha, después de lo cual se mantendrá solo en las noches, con controles radiológicos periódicos bimensuales o trimestrales dependiendo del caso. Debemos recordar que el potencial de remodelación del acetábulo se presenta hasta la edad de tres años, y que es máximo durante los primeros 18 meses de vida.
En la segunda infancia
La reducción cruenta de la cadera constituye el tratamiento de elección amén si el tratamiento ortopédico ha sido el fracaso.Cuando el niño comienza el apoyo con el gateo, se acentúan y complican los siguientes elementos: Aumento de la elongación de la cápsula articular, transformación de la acción del glúteo medio, acentuación de las deformidades del cuello femoral y del acetábulo. Las displasias óseas tanto en el cuello femoral como en el cótilo, se acentúan con la edad del niño. La antetorsión, así como la posición en valgo del cuello femoral dificultan la reposición, la impiden contra su tratamiento. Un error sería solo realizar la reducción cruenta ya que al no corregir los elementos mencionados, la relujación ocurre dentro del aparato de mantenimiento. Entre los 6 meses de edad hasta los 12 meses se practica desde el punto de vista quirúrgico: Tenotomía de adductores y psoas, reducción cruenta de cadera. Después de los 12 meses de edad y dado la displasia acetabular se asocia a lo anterior, osteotomía varizante de cadera y osteotomía del ilíaco tipo salter (6 meses a 18 meses de edad) o de Chiari en mayores de 4 años de edad entre otros.
Conclusiones
- Con antecedentes familiares positivos de problemas de caderas, parto podálico, primogénito del sexo femenino es muy importante la evaluación preventiva del niño por parte del médico ortopedista
- El Diagnóstico de DEC está dado por un buen examen físico y sustentado con exámenes complementarios tipo estudios radiológicos, ultrasonido de cadera entre otros
- El neonatólogo, el pediatra y el ortopedista constituyen una tríada importante para el diagnóstico de esta patología.
- Si el pediatra tiene alguna sospecha deberá referir al paciente al ortopedista
- En los cursos de Post grado del pediatría se debe de mantener pasantía en centros hospitalarios de ortopedia a fin de adquirir conocimientos básicos de afecciones musculo esqueléticas en niños
- El objetivo del tratamiento es lograr una buena congruencia articular, con rangos de movimientos normales y por ende una cadera estable
- El tratamiento a seguir dependerá de la edad del paciente, a menor edad en que se haga el diagnóstico mejor será el resultado clínico y radiológico Fuente: Dr. José Antonio Medina Bereciartu